Xàbia es una de las localidades alicantinas que más enamora a quien la visita. Y es que lo tiene todo, es ese pueblo costero con aires ibicencos que invita a disfrutar del verano y pasar unos días inolvidables. Dejando a un lado sus playas y calas de ensueño nos encontramos con una Xàbia más desconocida quizás, la que aún conserva su peculiar trazado medieval. El casco histórico se encuentra alejado un par de kilómetros del litoral, en él se puede ver un entramado de calles estrechas salpicadas de fachadas blancas, portales arqueados, ventanales góticos y enrejados de forja, todo ello rematado por la característica «piedra tosca» de la zona.
Algunos de los edificios más emblemáticos que se pueden visitar a su paso son la Iglesia de San Bartolomé, el Mercado de Abastos, el Ayuntamiento y el Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco. Conforme se va recorriendo el casco histórico se van descubriendo diferentes casas góticas de los siglos XV al XVII. Un claro ejemplo del gótico civil es el Palau dels Sapena (s. XV) en la Plaza de l’Església. Asimismo, también merece la pena desplazarse hasta la ermita del Santo Cristo del Calvario, que es del siglo XVIII y destaca por su cúpula de teja azul vidriada, o visitar la de Santa Lucía, desde la cual hay una increíble panorámica de Xàbia. Y por supuesto, como toda localidad costera no puede faltar una visita al puerto, alrededor del cual creció el barrio de fuerte carácter marinero, Duanes de la Mar, donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto, que destaca por el atrevido diseño de sus líneas y la concepción del espacio.
Además, si eres de los que van buscando las mejores vistas de cada lugar, este municipio cuenta con diferentes miradores repartidos a lo largo de su costa que ofrecen excepcionales panorámicas para captar las mejores fotografías.
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