Catí, tesoro histórico y cultural en pleno corazón del Maestrat

Las bondades de las aguas de l’Avellà y su balneario se funden con el patrimonio monumental

La localidad sigue apostando por promocionar su patrimonio y su encanto natural y cultural como destino turístico de interior

Catí cuenta con una gran variedad de atractivos. Su patrimonio cultural traslada al visitante a tiempos medievales con algunas de sus joyas como la Lonja, los esgrafiados con figuras mitológicas de la Iglesia o las pinturas del maestro Pascual Mespletera. Además, se pueden descubrir numerosos escudos y emblemas medievales que adornan sus edificios religiosos y las casas señoriales, ejemplos del mejor gótico civil del Maestrat.

El municipio ofrece dos visitas guiadas de carácter familiar. Por un lado, la Casa de la Vila, que data del siglo XV, y en la que destacan la Lonja y la Sala del Consejo. Otra parada obligada es la iglesia gótica de la Mare de Déu de l’Assumpció, que atesora el retablo de Jacomart y la Capilla de la Comunión con frescos barrocos pintados por el maestro Pasqual Mespletera.

Mención aparte merece la ‘capilla sixtina’ del Maestrat, en la ermita de la Mare de Déu de l’Avellà, situada en el corazón de un paraje de gran importancia paisajística, donde también se encuentran una casa de baños y el Museo de Interpretación del Agua.

En esta línea también destaca la fuente de l’Avellà, todo un emblema de identidad. A este manantial de agua minero-medicinal, declarada de utilidad pública en 1928, se le atribuyen propiedades curativas para la piel y el riñón, excelentes propiedades físico-químicas que, unidas a la tranquilidad del lugar, son una fuente de salud para el visitante y el origen del Balneario de l’Avellà (Casa de Banys) su máximo exponente. A 5 km de Catí, cuenta con gimnasio, spa y habitaciones con encanto con vistas a la localidad y a las montañas de los alrededores.

Patrimonio

No obstante, el municipio destaca también por su rico patrimonio monumental e histórico, que le ha valido la declaración de Conjunto Histórico Artístico (CHA) y Bien de Interés Cultural (BIC). Su casco urbano, de callejuelas estrechas, ventanales enrejados y salpicado de escudos blasonados, alberga construcciones singulares como la Casa de la Vila, el Palau Santjoan-Casa Miralles, la Casa Montserrat y la Casa Espígol, entre otras.

Además de las construcciones medievales, destaca la Iglesia Parroquial del s. XIV, que fue remodelándose hasta del s. XVIII, en cuyo interior se puede contemplar el retablo de Jacomart dedicado a los santos Lorenzo y Pedro de Verona, y numerosas obras de orfebrería, frescos, etc.

Por otra parte, a las afueras del casco urbano se sitúan algunas ermitas, entre las que destacan la ermita de Santa Ana y la ermita de San Vicente Ferrer.

Su gastronomía ofrece delicias como el turrón artesano y el queso de Catí, el tombet de liebre, la olla catinenca, la carne masovera y las setas al horno, entre otros.

Para mayor información: www.cati.es

 

 

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