Vila-real es una ciudad moderna con alma de pueblo

La localidad se muestra orgullosa de su rica historia, patrimonio y cultura

En el 750º aniversario de su nacimiento, Vila-real exhibe orgullosa su esencia a todos aquellos que la visitan: una ciudad moderna y avanzada que no pierde su alma de pueblo mediterráneo, amante de sus tradiciones y orgullosa de su historia, patrimonio y cultura. Una esencia que el visitante percibirá en un agradable paseo por sus plazas y calles.

El recorrido comienza en la plaza porticada de la Vila, el centro neurálgico del municipio. Declarada monumento histórico-artístico en 1974, esta plaza conserva el sabor medieval de los orígenes fundacionales de la ‘vila’. En el corazón del antiguo recinto medieval amurallado, todavía se erige la Torre Motxa, la única torre que queda en pie de la antigua muralla, protegida también como Bien de Interés Cultural.

Pero si por algo destaca Vila-real es por su rico patrimonio religioso, que la ha convertido en un referente del turismo religioso nacional. Entre sus tesoros se encuentra la basílica de San Pascual, patrón de la ciudad, de la diócesis y de los Congresos Eucarísticos Internacionales. Este conjunto escultórico y arquitectónico, obra del Hijo Predilecto de la ciudad Vicente Llorens Poy, alberga el sepulcro y la antigua celda de San Pascual en la majestuosa Real Capilla. Además, el Museo del Pouet del Sant, con una importante colección de arte religioso, y el conjunto del campanario y carrillón, que incluye la campana de volteo más grande del mundo, son otros de sus atractivos.

Joyas patrimoniales

Otra joya del patrimonio de Vila-real es la iglesia arciprestal Mayor San Jaime. Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), sus bóvedas inspiraron al célebre arquitecto Rafael Guastavino en la construcción de los principales edificios de Nueva York. El convento del Carmen, la capilla del Santísimo Cristo del Hospital y el convento de los franciscanos son paradas obligatorias en un recorrido por el rico patrimonio religioso de la ciudad. Este recorrido, que comienza en la basílica de San Pascual, culmina en la pequeña ermita dedicada a la patrona de Vila-real, la Virgen de Gracia. Esta iglesia, de estilo barroco, se encuentra en el paraje natural del Termet, enclave de gran valor ecológico y emocional para los vila-realenses.

En el apartado cultural, Vila-real dispone de una amplia red de espacios, con el Museo de la Ciudad Casa de Polo o el Convent, Espai d’art como grandes referentes, además del Museo Etnológico del Termet, con una vasta colección cerámica y una exposición dedicada al antiguo yacimiento de Villa Filomen, o la Casa Museo de Llorens Poy, que alberga la mayor colección privada de arte religioso. El museo de arte urbano al aire libre, con nombres propios como Hyuro o Borondo, es otro de los alicientes para visitar esta ciudad dinámica y viva, cuna del arte de calle con festivales referentes como el FITCarrer y una decena de compañías. 

La red de espacios museísticos se ampliado, además, este año con un recinto único: el museo Inmersión Villarreal, que, junto al imponente Estadio de la Cerámica, da cuenta de la potencia de la ciudad en el ámbito del deporte, de la mano del Villarreal CF y de multitud de clubs y deportistas de renombre, como valor de atracción de turismo.