Vila-real, con cerca de 51.000 habitantes, trabaja para sumar a su esencia de pueblo industrial y ‘llaurador’ -como resalta el himno del Villarreal CF- las bondades de una ciudad de servicios, innovadora, inclusiva y sostenible.

Esta localidad de la Plana Baixa, la segunda más grande de la provincia, brinda al visitante todo un abanico de posibilidades que van desde una gastronomía de calidad a una intensa actividad cultural y deportiva, con el Villarreal CF como insignia de un dinamismo que tiene su reflejo en numerosos clubs, instalaciones y competiciones a lo largo del año. No en vano Vila-real acogerá en 2022, en el paraje del Termet, la primera feria provincial de turismo y deporte, Turesport, un evento que se celebrará el próximo mayo como anunció el Ayuntamiento en su participación en la Feria internacional de turismo FITUR.

Un paso más, indican los responsables del municipio, para consolidarse todavía más como referente deportivo y «aprovechar este potencial para atraer turismo y generar nuevas oportunidades de desarrollo económico».

Con el objetivo de diversificar una economía basada en un importante pasado agrícola y, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la irrupción de la industrial azulejera que ha hecho de Vila-real uno de los centros de producción más relevantes nacional e internacionalmente, el Ayuntamiento ha trabajado en la última década en la implementación de cuatro marcas de ciudad -de la Ciencia y la Innovación, Educadora, de Congresos, Festivales y Eventos y, de la Salud y el Deporte- que ayuden a generar o atraer nuevas oportunidades. Con todo, el devenir más inmediato de este municipio s se debatirá con la ciudadanía en unos meses dentro del marco del Fòrum Vila-real 2030.

A orillas del río Millars, Vila-real también posibilita vivir la naturaleza, rutas y paseos en el Termet de la Mare de Déu de Gràcia, un paraje que constituye uno de los entornos naturales más emblemáticos de la comarca, enclavado en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del cauce fluvial. El Termet alberga también la ermita de sabor barroco dedicada a la Mare de Déu de Gràcia, la patrona –junto a Sant Pasqual– de Vila-real así como la ‘coveta’ donde, según la leyenda, un pastor encontró la imagen de la Mare de Déu, patrona local.

Y mención igualmente destacada para la figura de Sant Pasqual, patrón por el que se celebran, en condiciones normales, fiestas en el mes de mayo. Su basílica y la real capilla, obra del escultor local e Hijo Predilecto de la ciudad, Vicente Llorens Poy, es una de las joyas patrimoniales de Vila-real. Y relacionado con el santo están los tradicionales ‘cordonets’ que confeccionan las monjas clarisas. También en el ámbito religioso destaca la Semana Santa local que cuenta, desde el año pasado, con el reconocimiento de fiesta de interés turístico autonómico.

Orígenes

Vila-real, fundada en febrero de 1274, conserva huellas de sus más de 700 años de historia en el devenir urbano, sus tradiciones y un rico patrimonio histórico y cultural. De sus inicios mantiene parte de la plaza porticada de la Vila, el puente sobre el Millars y vestigios de las murallas que rodeaban la Vila-real medieval. De los muros y los cuatro torreones de defensa quedan en pie la torre Motxa y uno de los lienzos en la Casa de l’Oli, sede del rico Arxiu Municipal y sala de exposiciones.

Mas información en: www.vila-real.es.