La Vall d’Ebo es otra de las zonas imprescindibles que visitar en el interior de la Marina Alta. A los pies de una de estas montañas se encuentra este pequeño municipio de unos 200 habitantes, su entorno tiene una belleza paisajística y orográfica que quita el aliento, este destino se ha convertido en un paraíso para los amantes de la aventura y los deportes de riesgo. Uno de los tesoros más preciados de la Vall d’Ebo, que comparte con la Vall de Laguar, es el magnífico Barranc de l’Infern, un desfiladero que deja sin aliento a quienes se aventuran por sus senderos escarpados. Asimismo, este enclave cuenta con algunas cuevas que demuestran que hubo asentamientos en el 15.000 a.C., como las pinturas rupestres de la Cova Fosca o el santuario neolítico del Pla de Petrarcos, ubicado en el municipio cercano de Castell de Castells. Otro punto de interés es la cueva del Rull. También existen diversas simas más conocidas por su nombre en valenciano, «avencs». Un ejemplo es el Avenc Estret y el Avenc Ample. La Vall d’Ebo se puede recorrer a través de diversas rutas u otros senderos fáciles y cortos que todo el mundo puede realizar, como la Travessia del Masset. La zona también destaca por la gran presencia de fuentes y manantiales, y para visitarlas se puede hacer la Senda dels Tolls.