Es conocida como la Ciudad en el Mar porque su casco histórico se erige en lo alto de un peñón de roca sobre el Mediterráneo y lo convierte en uno de los destinos más atractivos de la Comunitat Valenciana, además de uno de los pueblos más bonitos de España.
El mar es protagonista en Peñíscola, no solo por su ciudadela, sino también por la cantidad de playas y calas que ofrece a sus visitantes. El litoral de este municipio se extiende a lo largo de más de 15 kilómetros, en los que se suceden playas urbanas de arena fina, acantilados y calas naturales.
En la zona norte reina la inmensa playa Norte, la indiscutible protagonista. El arenal se extiende desde la frontera con Benicarló, en la Ratlla del Terme, hasta los pies de las murallas de la ciudadela. Es, sin duda, la playa con más capacidad del municipio, con una distancia de cinco kilómetros y una gran variedad de servicios, entre los que destacan el de salvamento y socorrismo o su punto accesible para personas con movilidad reducida. Además, cuenta con una amplia oferta de extras para el ocio, como chiringuitos en la arena, atracciones acuáticas y empresas de actividades en el agua. En este punto de Peñíscola es posible tomar un refresco con los pies en la arena, alquilar una moto acuática, realizar deportes como paddle surf o sup pilates y practicar aeróbic.
En la otra cara del peñón, junto al puerto, se encuentra la playa Sur. Es ideal para familias con niños, dada la poca profundidad de sus aguas y su arena fina. También cuenta con servicio de salvamento, socorrismo y un punto accesible para adaptar el baño a cualquier visitante. Además, todos los viernes por la noche alberga el cine de verano. Cada semana se proyecta un largometraje diferente, apto para todos los públicos, a las 22.30 horas. Quienes lo deseen pueden acudir con sus toallas o sillas de playa para disfrutar de una película bajo las estrellas frente al gran proyector.
La playa Sur cuenta también con un chiringuito sobre la arena, desde el cual es posible presenciar una preciosa vista del atardecer y ver cómo el sol se esconde por las montañas. A su lado, resguardada entre acantilados, se encuentra la playa de Les Viudes, también de arena fina, aunque no cuenta con servicio de vigilancia.
Entorno virgen
En la zona sur de Peñíscola reina el parque natural de la Serra d’Irta y su atractiva costa. Los impactantes acantilados se alternan con las calas de rocas, conchas, grava y arena blanca. Más de 15 pequeños oasis para disfrutar del mar en un entorno único en el que se encuentran el Mediterráneo, el bosque y la montaña.
Entre estas calas se alza la Torre Badum, una atalaya centinela ubicada en lo más alto de la línea de costa sobre el acantilado, a seis kilómetros del centro urbano y ubicada entre la cala Volante y la playa del Russo.
En este entorno natural se encuentran, de norte a sur, la cala del Moro, la playa de Santa Lucía, la cala Puerto Azul, la playa Puerto Negro, las calas Arjub y Volante, las playas del Russo, del Pebret, de la Petxina, de Irta y la Basseta. Por último, en la zona que limita con Alcossebre, se encuentran la cala Argilaga, Torre Nova y Cubanita.