Orihuela, tierra del poeta Miguel Hernández, es una de las localidades más bonitas de toda la provincia de Alicante. Un paisaje pintoresco y tradicional se entremezclan con el día a día de sus habitantes y el vaivén de la modernidad. Su patrimonio es rico y gran parte de ello reside en su condición de capitalidad durante el reinado de Felipe V, cuando llegó a ser la ciudad principal del Reino de Valencia.

Ya lo decía Miguel Hernández,: «Contemplad mi pueblo, contemplad mi tierra». Y si te animas a hacerle caso y recorrer sus calles, la localidad no te dejará indiferente, asegúrate de tener suficiente batería cuando la visites, porque te irás con muchas fotografías de este bonito pueblo. Muestra de su riqueza de monumentos y ubicaciones privilegiadas son sus iglesias, catedral, museos y palacios. Su belleza es digna de admirar a través de sus frescos pintados a mano y su especial arquitectura. También puedes visitar el precioso convento de Santo Domingo, donde puedes capturar sus preciosos arcos bañados por el sol. La localidad posee un palacio con unas preciosa estética, el Palacio del Conde de la Granja.

Aunque si hay algo que no puedes dejarte atrás en tu visita a Orihuela es la famosa casa de Miguel Hernández. Podrás conocer de cerca donde creció el emblemático poeta, sumergirte en su vida y obra, y de paso, recordar algunos de sus famosos versos. Este es uno de los enclaves obligatorios que tienes que visitar en el municipio para adentrarte en su tradición e historia. Y si te alejas un poco del centro de la ciudad y vas al barrio de San Isidro te sorprenderán sus cientos de murales pintados en las fachadas de las viviendas, que son un homenaje a Miguel Hernández.