La provincia de Alicante cuenta con fortalezas, torres vigías, baluartes y murallas que han sido testigos de siglos de historia
La provincia de Alicante no solo es famosa por sus playas, sino también por la inmensa cantidad de castillos que alberga. Estas tierras vivieron un sinfín de grandes guerras y batallas, por lo que encontramos numerosas construcciones defensivas. Castillos, torres de vigías, baluartes y murallas forman parte del patrimonio histórico y cultural de una tierra fronteriza que hace más de 1.500 años los erigió en tiempos de confrontaciones y que han llegado hasta nuestros días como imponentes monumentos dignos de conocer.
Cada una de estas fortificaciones es un enclave privilegiado para disfrutar del paisaje, una experiencia cultural única y una invitación a sumergirse en la memoria de los pueblos. Reyes visigodos, como Tudmir; míticos caudillos árabes, como Al Azraq, y monarcas de la cristiandad tan señalados como Jaume I o Alfonso X El Sabio aguardan, tras los muros de piedra o tapial, la ocasión para guiar un viaje en el tiempo imposible de olvidar.
Con un guión basado en el patrimonio, la historia y la cultura, las rutas de los castillos de la provincia de Alicante se convierten en una sesión continua de experiencias para el viajero. Cada fortaleza es una puerta abierta para adentrarse en sorprendentes espacios naturales, disfrutar de una gastronomía secular y practicar todo tipo de actividades complementarias, desde el senderismo al shopping, pasando por un reguero de deportes y experiencias náuticas.
Los castillos susurran historias acerca de un territorio donde la protección y la vigilancia han formado parte de la vida. De la que se escribe con letras doradas en los libros y de la que permanece suspendida en el aire mágico de pueblos y ciudades.
A continuación proponemos conocer diez de los castillos de la provincia de Alicante, pero la oferta es mucho mayor y abarca desde la costa hasta las tierras del interior.
Las mejores vistas de Alicante
El Castillo de Santa Bárbara domina la bahía de Alicante. Y esta magnífica construcción, que da carácter a la fisonomía de la ciudad, este año ha reforzado sus actividades con innumerables posibilidades para los visitantes. Desde las exposiciones interiores, paseos con las mejores vistas, hasta experiencias gastronómicas, conciertos y visitas teatralizadas.
Una fortificación muy bien conservada
Las personas que visiten el Castillo de Castalla descubrirán una de las principales, y mejor conservadas, fortificaciones de la provincia de Alicante. Durante todo el mes de agosto hay visitas de miércoles a domingo, y además los sábados hay visitas nocturnas. Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento.
Un palacio-fortaleza en pleno centro de Onil
Caminando por el casco histórico de Onil, en plena Plaza Mayor, encontramos el Palacio-Fortaleza del Marqués de Dos Aguas, construido en el siglo XVI, fue declarado Bien de Interés Cultural en 2001. En la primera planta del Palacio se puede visitar el Museo de la Fiesta, donde se funden historia, fiesta y tradición.
De espacio defensivo a museo histórico
El Palacio de Altamira de Elche se levanta junto al rio Vinalopó, en la antigua ciudad amurallada, de cuyo sistema defensivo, junto con la Calahorra y la torre del Consell, constituía el elemento más significativo. Actualmente, forma parte del Museo Arqueológico y de Historia de Elche «Alejandro Ramos Folqués» (MAHE), albergando las secciones dedicadas a la época andalusí y hasta el Elche contemporáneo.[/caption]
Dos edificios con ocho siglos de diferencia
El Castillo de la Mola está ubicado sobre un pequeño cerro a 360 m de altitud a unos tres kilómetros de Novelda. Es una fortaleza de origen islámico que fue erigida a finales del siglo XII. Y junto a ella se encuentra otro de los grandes atractivos de la zona, el Santuario de Santa María Magdalena, construido al más puro estilo del Modernismo catalán.
Con más de mil años de historia
El Castillo de Petrer, declarado Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional en 1983 es el monumento más representativo de la población. Con más de 1.000 años de historia, fue morada de musulmanes y señores feudales cristianos, como la familia Loaysa, los condes de Cocentaina, o los Coloma, condes de Elda.
Privilegiada situación
El Castillo de la Atalaya es el monumento más emblemático de Villena. Desde su privilegiada situación, en la cumbre de un altozano, es celoso vigía de los avatares de la vida cotidiana de la ciudad desde hace más de nueve siglos. Ha sido testigo de enfrentamientos entre reinos y de luchas intestinas y las vistas son espectaculares, antes por necesidades defensivas y ahora para disfrute del visitante.
Un castillo roquero sobre el Alto y Medio Vinalopó
En lo alto de la localidad de Sax encontramos el castillo roquero. Un inmenso bastión a 500 metros sobre el nivel del mar desde donde se pueden contemplar unas maravillosas vistas del Alto Vinalopó. Tiene una gran fuerza visual por su incidencia en el paisaje y porque su silueta destaca desde la lejanía.
Ochocientos años sin perder de vista el horizonte
El Castillo de Biar, es otra de las bellísimas fortificaciones del interior de Alicante que conforman la Ruta del Vinalopó, Su silueta se recorta en los alto de una colina definiendo la identidad del municipio. Data del siglo XII y al igual que otros muchos castillos de la provincia está declarado Monumento Nacional desde 1931.
Para conocer la historia de la reconquista
Dentro del Castillo de Banyeres de Mariola se encuentra el Museu Fester. Un museo que permite hacer un recorrido histórico por los aspectos más sobresalientes de la fiesta de Moros y Cristianos. Los contenidos están distribuidos por las principales dependencias de este edificio histórico, un marco extraordinario para comprender unos actos festeros que rememoran la reconquista.