Nules nunca ha aspirado al turismo de masas, porque siempre a priorizado la preservación de sus valores naturales, históricos y sociales. Tanto es así, que el turista que visita sus playas, se encuentra ante un escenario que en numerosas ocasiones las asociaciones vecinales y el Ayuntamiento han descrito como «en peligro de extinción», dado que recuerda mucho a las fotos en banco y negro en las que las que las familias inmortalizaban el traslado a la playa en los meses estivales en busca de asueto junto al mar. Las primeras viviendas que se construyeron décadas atras, hace un siglo, siguen estando en el mismo lugar con las mismas características que antaño, aunque peligrosamente más cerca del agua.
Y ese concepto de disfrute de las playas no es incompatible con la calidad, con los servicios, con que este sea un buen destino para cualquier visitante. Buena prueba de ello es que a lo largo de los últimos años se sigue revalidando el distintivo europeo de calidad, la Bandera Azul que ondea en la playa de les Marines. Un punto del litoral accesible, con una excepcional calidad en sus aguas y que tiene todo lo que el Mediterráneo puede ofrecer, con el plus de disfrutar de todo ello lejos de las masificaciones de otras localidades.
La relevancia y significación que el casco histórico del municipio –su primera línea de playa– y sus valores naturales tienen para la localidad se ponen de manifiesto en múltiples acciones promocionales e informativas, desde el convencimiento que no hay mejor manera de comprender para proteger, que conocer. Buena prueba de ello será la programación preparada por la plataforma ciudadana Platges de Nules, en colaboración con el Ayuntamiento, ‘Casetes obertes. Corrals i terrasses. El cor de les Platges de Nules’. En ella, entre los días 11 y 13 de agosto, como ya sucediera el verano pasado, los vecinos abrirán las puertas de sus casas en primera línea de playa para que todo el que lo desea pueda conocer su significado y que estas construcciones explican la historia más reciente del poblado marítimo de Nules.
Estas viviendas son un escaparate al mar y la playa lo es a su vez para ‘les casetes’, porque en Nules, no se entendería la una sin las otras y viceversa. Preservar la identidad en un entorno geográfico que durante años ha sido objeto de una transformación radical, donde se ha primado el crecimiento sobre cualquier otro valor, es el mérito que debe reconocérsele a Nules, como insisten en remarcar desde esta localidad, razón por la cual se ha logrado un apoyo unánime a esta manera de entender el veraneo y la relación del pueblo con el mar.
Desde el Ayuntamiento, por tanto, invitan a cualquiera a conocer esta forma de vivir las vacaciones estivales, para sumar adeptos a su comprometida conservación.
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