Desde el corazón urbano se puede descubrir la ciudad y su entorno. Castelló tiene el privilegio de la proximidad, un municipio que mira al mar y a sus calles, a su historia y a su futuro. El Grau es el emblema marítimo, el vínculo imprescindible entre la ciudad y sus playas. Más de cuatro kilómetros de costa que ofrecen unas playas, la del Serradal, Pinar y Gurugú, de magníficas condiciones y con parajes naturales como en el caso del Serradal, que además acaba de izar recientemente la bandera de ‘Playa sin Humo’ que la acredita como espacio libre de tabaco y que reafirma la apuesta de Castelló por crear espacios más saludables y sostenibles. La capital de la Plana cree en el medioambiente y la sostenibilidad como reclamo de un turismo respetuoso, familiar y saludable.

Castelló busca la apertura de la ciudad al mar con eventos que se han posicionado como referentes del turismo de calidad como es Escala a Castelló, una cita que se ha consolidado como el gran acontecimiento histórico y marinero y que potencia el mar como atractivo turístico. A ello se suman eventos deportivos como la competición que reunió en el Grau a la élite mundial de la Fórmula Kite y también una interesante oferta de ocio, propuestas culturales, artísticas y musicales como la celebración este verano del SOM Festival.

La ciudad impulsa un turismo de sensaciones y experiencias, un turismo sostenible y familiar que se completa con una importante agenda de actividades culturales, deportivas, gastronómicas y de bienestar como sus rutas senderistas. Propuestas que recogen también alternativas destacadas para conocer el patrimonio local como la Ruta de la Cerámica, diseñada tras la adhesión de Castelló en la Ruta Europea de la Cerámica, siendo la primera ciudad española en sumarse a esta red que pone en valor la riqueza del patrimonio cerámico. Porque recorrer Castelló permite ir descubriendo valiosos espacios urbanos, edificios, plazas y jardines.

Así, desde abril, la Ruta Europea de la Cerámica tiene en Castelló una de sus ciudades más representativa junto a Faenza (Italia), Limoges (Francia), Museo Princenhof de Delft (Países Bajos) y Museo Porzellanikon de Selb y Höhr-Grenzhausen (Alemania). La ruta castellonense de la cerámica muestra el esplendor de este material que ha embellecido edificios, viviendas y diversos espacios públicos y propone un itinerario con 15 puntos: parque Ribalta, Casa de las Cigüeñas de la plaza de la Independencia, edificio de Correos, Casa de las Cuatro Esquinas en la calle Enmedio, Iglesia de la Purísima Sangre, decoración del ficus de la plaza Mª Agustina, Casa de los Caracoles, callejón del Ecce-Homo, plaza Na Violant, Fábrica Diago de la calle Maestro Arrieta, alegoría de la cerámica y del trabajo de la calle Asensi, el Palau de la Festa, las paradas del Tram, el ágora de la UJI o el juego de la Oca de la plaza Huertos Sogueros.
La ciudad también ofrece el atractivo del modernismo. Líneas curvas, sinuosas y asimétricas, uso de la cerámica, motivos florales, vidrieras de colores vivos, ornamentos de fachadas, motivos relacionados con la naturaleza que transmiten luz, carácter y vida arquitectónica. Castelló alberga destacados ejemplos de este movimiento artístico y arquitectónico. La Casa de las Cigüeñas y las casas Alcón, Calduch y Xillida forman un bello conjunto modernista en la Plaza de la Independencia, donde la emblemática Farola muestra, asimismo, una valiosa forja de hierro. El edificio de Correos, en la Plaza Tetuán, también se incluye en los tiempos del modernismo, con sus formas neomudéjares y un interesante diseño de su fachada.

Más información sobre la capital de la Plana en www.castellonturismo.com.