Calp ofrece otra de las imágenes icónicas de la Costa Blanca, el Peñón de Ifach, que es, sin duda, uno de los espacios naturales más visitados del Mediterráneo. Buceadores, escaladores, senderistas… Eso si, siempre con la máxima precaución y todas las medidas de seguridad, por muy cercano y accesible que parezca, entraña sus riesgos.
Muy cerca del Peñón existe otro espacio natural que asombra. Se trata de las salinas, una laguna habitada por diferentes aves, entre las que destacan los flamencos que le dan un toque de color al paisaje. Por este motivo, esta localización es ideal para practicar birdwatching en un sendero adaptado y de fácil acceso.
En el entorno de las salinas y el Peñón se encuentra el puerto, lleno de restaurantes y buen ambiente. Un fantástico lugar para dar un paseo, contemplar los trabajos de los pescadores y, por supuesto, degustar el producto local. Además, aquí también podrás visitar el Real Club Náutico de Calp y practicar algún deporte náutico de los que se ofertan como la vela, el buceo o el remo.

Muralla Roja. Las famosas viviendas diseñadas por Ricardo Bofill.

Asimismo, nuestro viaje por este destino de la Costa Blanca nos llevará a descubrir una cultura con miles de años a sus espaldas. Empezamos, por el yacimiento de los Baños de la Reina, un conjunto arqueológico de la época romana, ubicado en el mar y del que se pueden ver canales y cuevas talladas en piedra.
Siguiendo ahora nuestro itinerario más cultural, es momento de descubrir el casco antiguo de Calp y encontrarse con monumentos como los restos de la muralla o el Torreó de la Peça, que alberga el Museo del Coleccionismo y donde podrás encontrar objetos curiosos que te ayudarán a entender la historia del destino.
Otros de los monumentos que tampoco te puedes perder son la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves o, más alejados del centro histórico, los famosos edificios de Ricardo Bofill, entre los que se encuentra la tan fotografiada Muralla Roja.