Burriana ofrece a sus visitantes un amplio recorrido turístico que empieza por descubrir su historia y su patrimonio artístico y cultural. Y es que su conjunto histórico está declarado Bien de Interés Cultural.
La localidad alberga la primera iglesia románico-gótica construida tras la conquista por el rey Jaume I: la iglesia de El Salvador, edificio que fue catalogado como Monumento Histórico Artístico en 1969 y del que resulta impactante su torre campanario de 51 metros. Otro monumento singular es el rehabilitado convento de la Mercé, convertido ahora en Centro Municipal de Cultura y declarado Monumento Histórico Provincial.

Así, pasear por el casco histórico de la ciudad es adentrarse en su historia mas significativa, pues sus callejuelas recuerdan la vila musulmana sobre la que se asentaban nuestros antecesores. A lo largo del recorrido también pueden contemplarse edificios emblemáticos, como son el templo de San José (siglo XIX) y diversos edificios modernistas de comienzos del siglo XX que tanto caracterizan a la ciudad. Además, Burriana cuenta con un destacado Museo Arqueológico Comarcal y una importante muestra de arquitectura rural, la cual puede disfrutarse a través de una bella ruta que discurre por las seis ermitas del término. Una actividad a través de la que descubrir importantes vestigios del pasado, como la Torre Carabona o la Torre del Mar.

Y de la ciudad al mar, llegamos hasta la zona marítima: sinónimo de prosperidad y también de tradición. En su puerto se reúnen cada día los pescadores para faenar durante largas jornadas, mientras que los visitantes se acercan hasta esta zona para contemplar su belleza.

torres avistamiento

Y para continuar con el recorrido por la historia, es imprescindible la visita al conjunto de torres de avistamiento, como la torre del Mar o la de Tadeo, construidas para proteger a la ciudad de posibles ataques y que, a día de hoy, todavía siguen en pie. De orografía plana y de clima Mediterráneo, el litoral de Borriana se extiende a lo largo de 11 kilómetros de costa en los que tanto turistas como residentes pueden disfrutar de sus playas de aguas limpias y cristalinas y de su arena fina. La localidad cuenta con dos playas: L’Arenal, que recibe este nombre debido a la gran extensión de arena que la configura, y la playa de la Malvarrosa-Grao, una extensión de la anterior que está dividida por un espigón que en la parte sur la dota de arena, pero su lado más norte se caracteriza por ser de piedra de canto rodado.

PARAJE NATURAL

Y sin alejarte del mar, la visita contúa hasta llegar a la desembocadura del río Anna, donde encontramos el Clot de la Mare de Déu, un espacio natural singular puesto que es uno de los escasos ejemplos de bosques de ribera presentes en la Plana Baixa. Este maravilloso humedal es refugio de más de 200 especies diferentes de aves. Asimismo, a sus alrededores se ubica la encantadora ermita que da nombre al propio paraje. Con una superficie de 17,84 hectáreas y ubicado en el litoral próximo a las playas de Burriana lo transforman en un lugar de visita obligado para turistas y público que cada verano llegan a Burriana en busca de sol, arena y playa.
Y es que Burriana es una de esas ciudades en las que el mar, el paisaje natural y la huerta se unen en una combinación perfecta y nos ofrece una belleza paisajística y un valor cultural incalculable.

Más información de la localidad en la página web turisme.burriana.es.