Burriana, riqueza histórica que aspira a ser ciudad verde

La conservación del patrimonio asienta las bases para avanzar en la movilidad sostenible

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Un año más, los arenales de la ciudad reciben la bandera azul por ser seguros, accesibles y limpios

El casco histórico de Burriana arroja buena muestra de la huella del pasado en sus calles y monumentos gracias a la riqueza patrimonial fruto de las tres culturas que la han habitado: musulmana, cristiana y judía. La localidad recoge estos elementos indispensables de su idiosincrasia y los conjuga con la mirada puesta en el futuro para, mediante la recuperación del patrimonio, avanzar en ser una ciudad más verde, habitable y sostenible.
regeneración del centro
El núcleo urbano contiene gran parte de los monumentos arquitectónicos más atractivos para vecinos y visitantes. A través de la entrada de la calle Mayor se abre el ‘Campanar’, una torre campanario de más de 50 metros de altura cuyo origen se remonta al siglo XV, pero que fue reconstruido tras ser dinamitado en la Guerra Civil española.

A sus pies se encuentra la basílica menor de ‘El Salvador’, un templo religioso de estilo gótico valenciano que fue construido para conmemorar la primera gran victoria militar de Jaume I en la conquista del reino musulmán de Valencia.
Ambos enclaves están enmarcados en el Pla, corazón de la vida social, comercial y administrativa del municipio al que el consistorio quiere dar una nueva vida. Se trata del proyecto de ordenación y remodelación de la plaza que pondría en valor los inmuebles culturales y al mismo tiempo pretende mejorar los espacios peatonales, reducir el tráfico motorizado y poner en valor espacios municipales como la terraza Payà para atraer al turismo y, al mismo tiempo, hacer del centro un lugar más agradable. El plan propone avanzar en materia de sostenibilidad y medio ambiente con la incorporación de pavimentos fotocatalíticos que reduzcan la contaminación, así como sistemas de control de tráfico automatizado mediante cámaras de vigilancia con reconocimiento de matrículas. También plantean incorporar mecanismos de medición de la calidad del aire.
Un ambicioso plan estimado en 10.600.000 euros de presupuesto para el que se ha solicitado el apoyo europeo de los ‘Next Generation’.

Tesoro modernista 

 

Entre las singularidades de Burriana también podemos encontrar las numerosas muestras del Modernismo en su historia y sus calles. El auge del comercio de la naranja y la riqueza que trajo consigo en el siglo XX hizo proliferar la construcción de numerosas viviendas con hermosos detalles en fachadas, forjas, balcones, ventanales y puertas presentes hoy en día en las calles más céntricas. Cabe mencionar algunos recintos públicos como el templete de la música y el quiosco en el camí d’Onda o el Mercat Municipal obra del arquitecto Enrique Pecourt en el año 1930.
Paralelamente al proyecto de reordenación del Pla, el consistorio busca también fomentar la rehabilitación de alguna de estas viviendas particulares incluidas en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico. Para ello han convocado unas subvenciones que persiguen sufragar parte de los gastos de pintura y reforma de las fachadas modernistas para evitar el deterioro y pérdida de este tesoro.
Una estrategia de recuperación del patrimonio iniciada estos últimos años con la rehabilitación del refugio antiaéreo del camí d’Onda o el entorno de Sant Blai para crear un jardín arqueológico de encuentro. Entre los próximos retos está la mejora integral del barrio la Bosca para rejuvenecer el municipio sin dejar de olvidar el pasado.
 

Más información de la localidad en la página web turisme.burriana.es.

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